El viaje del héroe hace referencia a un viaje simbólico, por lo que es posible (no necesario) realizarlo sin moverse físicamente. Así, la llamada del héroe puede surgir de una oferta de trabajo, una beca, o como una oportunidad de mejorar económica, educativa o socialmente en el exterior.
El resultado del viaje del héroe suele representarse como un nuevo nacimiento, que requiere una alta dosis de coraje y humildad para soportar y trascender los obstáculos y desafíos que se presentan en el camino. El viaje del héroe puede entenderse, entonces, como un proceso que implica morir en ciertas etapas para renacer en otras, etapas que pueden verse como transitar por distintos arquetipos.
La condición de migrante, de extranjero, puede verse, entonces, como una intensificación del sentimiento inherente al ser humano, del nunca logrado deseo de encontrar un lugar de plenitud y bienestar. Sentimiento que nos motiva a penetrar en nosotros mismos, y a redescubrirnos constantemente.
Grandes fueron las obras que dejaron artistas y filósofos cuya motivación creativa fue precisamente este sentimiento de extrañeza. Para nosotros, el proceso migratorio es una oportunidad para ser más conscientes de la necesidad de realizar nuestro principal trabajo, que es tener una vida digna, profunda y enriquecedora. Esta búsqueda de la desgracia y la fortuna nunca termina, y no hay lugar en la Tierra que pueda satisfacerla por completo.
Puede usar las etapas del viaje para describir su propia historia, si esta es su personalidad transformada. Es decir, esa persona que pasó por los desafíos que tu cliente enfrenta hoy, superó los desafíos y volvió para ayudarte.
Un gran ejemplo de una persona transformada es cuando alguien descubre un método extremadamente poderoso. Con el descubrimiento, el “héroe” de esta historia resuelve sus problemas, como lograr su gran sueño o salir de deudas, por ejemplo, y luego comparte lo que descubrió con otras personas.